1era vez

A los 13 años tuve la oportunidad de asistir a mi primer rodaje gracias a un vecino que me invitó a acompañarlo. Se trataba de una práctica escolar en la que debían replicar una secuencia de cine clásico; en su caso, una escena de El Padrino. Esa experiencia fue decisiva: quedé fascinado por la magia del rodaje, por el cuidado en cada detalle y por la manera en que una historia podía cobrar vida a través de una cámara.

Seis años más tarde, mientras estudiaba el mismo ciclo superior,llego mi turno, recrear una secuencia de El verdugo, de Luis García Berlanga.

Siguiente
Siguiente

Don Juan